El 26 de septiembre de 2012 Jean-Michel Bouhours, responsable del estudio y restauración de las películas de Man Ray en el Centro Pompidou y uno de sus biógrafos como cineasta, colocó junto a Oskar Alegria una placa de la Fundación Man Ray en la casa Emak Bakia. El texto de la estela conmemorativa dice en euskera y francés así:
“En esta casa el artista norteamericano Man ray filmó en 1926 una película a la que llamó con el mismo nombre de la casa, Emak Bakia, una antigua expresión vasca que significa “Déjame en paz”. Fue una película puramente óptica, sin hilo narrativo, a medio camino entre el dadaísmo y el surrealismo. Con ella Man Ray sentó las bases de su cine vanguardista, fundamentado en una libertad absoluta y sin interferencia alguna”.